Lo que comenzó como una iniciativa, tras una necesidad personal de uno de los integrantes de la Fundación, se convirtió en una gran acción solidaria, que se tradujo en una gran recogida de bienes de primera necesidad, que tenían como destinatarios los refugiados que huían de Ucrania, tras la invasión de las tropas rusas.
Las donaciones, que en un primero momento eran de ropa de abrigo y calzado para mujeres y menores de 16 años, ya que eran los colectivos que podían huir del país invadido, se convirtió pronto en una recogida de todo tipo de material de primera necesidad que fuera susceptible de ser requerido por estos refugiados, a la fuerza, como eran medicamentos, alimentos no perecederos o productos de higiene, tanto infantil como femenino.
Esta llamada de S.O.S. por parte de la Fundación GFM, contó con la colaboración y ayuda de decenas de voluntarios ajenos a nuestra entidad, que junto a nuestros compañeros, tarde tras tarde, renunciaron a sus quehaceres personales y se volcaron en la selección, clasificación y embalado de la gran cantidad de material, que recaudamos en nuestras oficinas.
Con este proyecto solidario, la Fundación GFM, consiguió fletar un tráiler con la ayuda humanitaria recaudada, que un transportista local, primero, y la empresa de transporte TXT, después, de forma totalmente desinteresada, se encargó de llevar hasta la frontera con Ucrania.
Actualmente, la Fundación GFM, se encuentra inmersa en la recaudación económica, que tras comprobar con las ONGs y demás organizaciones, sin ánimo de lucro, es lo que se necesita en destino.
Si quieres ayudar al pueblo ucraniano, puedes hacerlo a través de nuestra web: